A un viejo Caporal.

No hagas fuego en sus cenizas
con tu paz sectaria y falsa
No le arañes las heridas
no le acuchilles el alma

Tu has calentado tus manos
En la paz de la cruzada
Y ahora mendigas el pan
Que amasa la democracia

No le robes la ilusión
Es un viejo camarada
que al filo de tus palabras
podría romperte el alma

El no era más que un chiquillo
caporal de reses bravas
recio al cuerpo limpia el alma
y en sus ojos la esperanza

España se nos moría
entre palabra y palabra
y fue preciso callar
para que hablaran las armas.

Al viento los banderines
y a rebato las campanas
Ya no quedó más palabra
que la palabra de España

Todos pedían a gritos
La salvación de la Patria
El cura, desde el altar
Predicaba la cruzada

Y el chico cogió el fusil
se calzó las alpargatas
Y perdió cuanto tenía
por ganarlo para España.

El reconquistó ciudades
hambrientas y atormentadas
los hogares saqueados
las iglesias profanada.

Los presos martirizados
y las lagrimas amargas
de la orfandad que comienza
y la pena que no acaba.

El vio morir a su lado
a más de cien camaradas
que fueron cien compromisos
de recuerdo y de venganza.

Y más tarde trabajó
por la paz de la cruzada
Y quiso hacer con sus manos
Una España limpia y clara.

Y al cabo de tantos años
y de tanto hacer y dar..

Sólo le pide a la vida
ser un viejo caporal
que acaricia sus heridas
y que come en paz su pan.

No le robes la ilusión
Es un viejo camarada
que al filo de tus palabras
podría romperte el alma.